lunes, 16 de julio de 2007

De rameras y turiferarios (II)




Ellas sí que
limpian, fijan y
dan esplendor

.

Las palabras son un remedio infalible para contrarrestar los efectos de la arrogante estulticia de gobernantes sobre gobernados. Cuando arrecia esa doble carga de la necia soberbia ambiente, pueden aparecer ellas. Sólo sujetas a nuestra voluntad, dispuestas a hacernos creer más listos, más sabios o más justos de lo que somos con el sólo recurso de hacerlas brotar de la pluma o el teclado, de abrir un libro, obra maestra o diccionario, crucigrama, o partida de scrabel.
La Página del Idioma Español, inaugurada el 23 de abril de 1996 en el dominio web
www.iis.com.br, es la revista digital pionera en la promoción del idioma español en la Internet y en la busca de nuevos espacios para nuestra lengua en la red mundial.Sostenida por la organización no gubernamental Asociación Cultural Antonio de Nebrija, mantiene el Foro Cervantes de discusiones sobre el idioma español y el boletín de semántica y etimología La palabra del día. (gratuito, se obtiene en http://www.elcastellano.org/palabra.html)
.
En el útil y gratificante periódico “La Palabra...”, quien se registre podrá recibir las novedades de la organización, ingresar al grupo de discusión, leer artículos de los colaboradores de la entidad y disponer una guía biblográfica de las publicaciones de El Castellano y organizaciones afines.
.
Para comunicarse con miembros de la entidad:www.elcastellano.org/formulario.html

En cada envío del boletín se incluye una palabra en español con su significado, ejemplos de su uso y una detallada etimología.
A solo ejemplo, aquí van dos perlas del fino, erudito y accesible collar de El Castellano:
.
ramera
.Hacia fines de la Edad Media, era costumbre en España colgar un ramo en la puerta de las tabernas para indicar que no se trataba de viviendas particulares y llamar de esta manera la atención de los clientes.Las prostitutas, así como hoy ocultan sus negocios haciéndolos pasar por casas de masajes, en aquella época los disimulaban colgando en su puertas un ramo, como si se tratara de tabernas.
.
Por esa razón, las comadres empezaron a llamarlas rameras, una palabra que les sonaba más púdica que prostituta. Este vocablo aparece registrado por primera vez en español a finales del siglo xv, como, por ejemplo, en La Celestina (1499), de Fernando de Rojas: "Esta mujer es marcada ramera, según tú me dijiste, cuanto con ella te pasó has de creer que no carece de engaño. Sus ofrecimientos fueron falsos y no sé yo a qué fin".
.
turiferario
Es el sacerdote o monaguillo encargado de llevar el incensario en una ceremonia religiosa o en una procesión. Recordemos que el incensario (también llamado turíbulo), es un aparato que, generalmente, se lleva colgado de tres finas cadenas y que porta en su interior una brasa para ir quemando el incienso y, de esta forma, aromatizar el ambiente. El incensario se usa en ceremonias católicas y es herencia de una tradición milenaria muy anterior al cristianismo.
.
La palabra turiferario proviene del griego thyein (agitarse, humear) y de thyos (ofrenda, incienso), voz que llegó al latín como turis (incienso), a partir de la cual se formó turiferario, con el añadido del elemento compositivo -foro, del latín fero (llevar, portar), tomado del griego phoréin, con el mismo significado. Turiferario fue incluido en el Diccionario de la Real Academia en la edición de 1784, que lo definía como «el acólito que lleva el incensario, y sirve el incienso en los oficios eclesiásticos». Turiferario existe también en italiano con la misma grafía; en francés, como thuriféraire; y en portugués, como turiferário.El más famoso de los turíbulos, el de la catedral de Santiago de Compostela, llamado Botafumeiro, que es como se denomina al incensario en gallego, de botar (arrojar) y fumo (humo), pesa ochenta kilogramos y cuando lo balancean, alcanza una velocidad de hasta setenta kilómetros por hora.

No hay comentarios.: