jueves, 19 de julio de 2007

Cayó piedra sin llover en Buenos Aires Corrupción y otras intoxicaciones

La expresión rioplatense del título describe la llegada intempestiva de parientes molestos o noticias desagradables al hogar propio, y se ajusta de maravillas a la realidad política argentina.
Y como, en tren de refranes, las desgracias no vienen solas, la coincidencia de dos notas periodísticas en los dos matutinos de mayor circulación de la capital argentina confluyeron en la mañana de ayer en dos “tirones de orejas” de expertos catedráticos del primer mundo a la chapucera arrogancia de la administración “K”.
Las opiniones, provenientes de fuentes y ámbitos desvinculados entre sí, sugirieron dos malas notas para con la custodia de los bienes sociales del país, tales como la previsibilidad de los indicadores y la confianza pública.
Susan Rose-Ackerman, docente y codirectora del Centro de Derecho, Economía y Políticas Públicas de la Universidad de Yale, New Haven, Connecticut, EEUU, autora del libro Corrupción y gobierno: causas, consecuencias y reforma , de 1999, traducido a trece idiomas incluído –por algo será– el chino (ISBN: 84-323-1063-8. ISBN-13: 978843231063), afirma, entrevistada por Hugo Alconada Mon, corresponsal de La Nación de Buenos Aires en Estados Unidos, que los sistemas políticos como el argentino “alientan la corrupción”.
Por su parte, Ana Barón, corresponsal en Washington del también matutino Clarín de Buenos Aires, afirma desde el título de su reporte Una carta al Banco Mundial dejó al país en off side, que el representante argentino ante el Banco Mundial, Félix Alberto Camarasa, quedó en posición desairada tras haber firmado una protesta conjunta de varios países deudores a las autoridades del BM que avalaron la divulgación.
¿Por qué desairada?
Porque el amigo Camarasa puso todo su fuego intelectual en desmentir a los técnicos del BM, (sus colegas) que subrayan en el informe que el control de la corrupción en Argentina se ha deteriorado, aún a niveles superiores a los de 1998, en el ocaso del Menemato.
Al funcionario le falló el timing, una virtud innata muy apreciada en boxeadores y rematadores de hacienda y antigüedades: el fino sentido de la oportunidad.
Camarasa se decidió adherir a la protesta... horas antes de que el planeta se enterara de la renuncia de la ministra de economía Felisa Miceli, sospechada de maniobras financieras ilegales. Mi finado padre, hombre de fino humor, hubiera sentenciado que Camarasa se perdió la oportunidad de callarse la boca.
Para otra vez, modera tu prosa y tus impulsos, camarada Félix.
-----------
Como suelo escribir, no me crean a mí. Lean los artículos, ambos imperdibles.
En
http://www.clarin.com/diario/2007/07/18/elpais/p-01909.htm
hallarán la nota de Ana Barón

Y aquí abajo, la entrevista de Alconada Mon. Gracias por la paciencia.

--------
Los intelectuales del mundo y LA NACION
Lo dice una destacada investigadora del tema, la profesora Susan Rose-Ackerman
LANACION.com Cultura Miércoles 18 de julio de 2007


No hay comentarios.: