
Con la Santísima Curiosidad como linterna, recorremos los senderos de la Selva Weblog a la caza de asechanzas. Damos con un limbo donde el discurso no puede discurrir, el instrumento no instrumenta y, lo peor, nuestra memoria padece de amnesia.
Pero, segundos antes de entrar en pánico, damos con Jenny Lynn Bader, ensayista, sacerdotisa digital estrella de The New York Times que nos calma: la vieja memoria que los veteranos de mil batallas contra la Underwood o la Olivetti creímos haber perdido para siempre no desapareció: nos espera en otras gavetas. Claro que las reglas del juego son otras.
Veamos qué opina Jenny:
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