miércoles, 19 de diciembre de 2007

Mapplethorpe, buena excusa para cortar de cuajo la insolencia de los gobernantes

La excusa es vana. Deliciosamente vana y oportuna. En realidad, asomarse (una vez más), tan solo espiar algo de la obra del neoyorkino Robert Mapplethorpe es un ejercicio reparador de corazones destrozados por la mediocridad ambiente, la insolencia de burócratas y gobernantes y la lentitud de los tribunales.
La excusa está. Desde la la semana que pasó y hasta finales de enero, la galería madrileña de Pepe Cobo presenta "Vanitas" exposición de trabajos de la Fundación Mapplethorpe de Nueva York, sobre la base de 36 piezas originales de la obra del artista, seleccionadas por Cobo."Llevo en la cabeza la simetría. Ha arraigado en mí. Creo que me viene de la Iglesia católica: he tenido una educación católica", recuerda de Mapplethorpe la presentación de la muestra en el cotidiano El País de Madrid, que reproducimos.


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